La magia puede ser prácticada por todos y cada uno de nosotros, porque la magia no ha ser tan sólo una disciplina sagrada al acance de quienes tienen el dominio de las ciencias mal llamadas ocultas. Hay otro tipo de magia, que puedes practicar por y para tí, por y para los demás, desde el mas tierno amor a la vida.
No hablemos de conjuros, se lo dejaremos a quienes de ello sepan, hablemos de esa magia cotidiana. Una sonrisa a tiempo para hacer féliz a quien te rodea, una palabra adecuada para enternecer un corazón endurecido por haber sido maltratado. Una sonrisa interior que enternezca tus organos y te sanen. ¿Has probado alguna vez a sonreirte para adentro? Practicalo, convierte en un ser de luz que a tu alcance está. Las claves son sencillas:
Cuídate a ti y a tu entorno. No te limites a contemplar la belleza de la naturaleza, se consciente que formas parte de esa belleza, tú eres una parte de esta naturaleza. Cuando te pares a contemplarla dí para tus adentros: "Que bonitos somos los seres que formamos parte de este conjunto maravilloso".
Camina con tus pies desnudos de vez en cuando, despacio y sin hablar, lleva tu conciencia a los poros de tus pies y siente cada paso, cada poro, cada millonesima de particula que comparte la vida contigo.
Párate a pensar, cuando el cuerpo y la mente te digan que es el momento, alcanzarás mejor la meta de la vida.
Aunque tu cuerpo es un ropaje viejo del alma, cuídalo, te ha sido dado para este viaje, cuanto mas sano esté y mas agusto estés en él mas podrás centrarte en el viaje que te ha sido asignado.
Jamás renuncies al poder de la medicina convencional, no conviene subestimarla, pero tampoco caigas en la sobrestimación, alcanzar el equilibrio entre la voluntad divina, el autosanamiento y la curación tradicional te permitirá disfrutar mejor el camino que has venido a recorrer. Porque recuerda siempre que ese es el fin de tu existencia, recorrer un camino.
Se fiel a ti y a los demás, pero no temas cambiar de ideas si ha llegado el momento de evolucionar, aprender significa modificarse, significa seguir caminando.
Ahí afuera hay muchas personas que aman, que te aman. Seres encarnados y seres no encarnados que te quieren guiar, trátalos con ternura y cuidado pues su afan es acompañarte, ayudarte. Siéntete amada/o porque lo eres, y no temas serlo.
Busca tu rincón, tu espacio y adécualo a tus necesidades, ponle velas, rinde tributo a lo positivo y toca de pasada lo negativo si hace falta, pero sólo de pasada. Es la forma de mantener a cierta distancia a los seres oscuros que se alimentan de la negatividad. Adorna tu rincón con las imagenes que te evoquen, espirituales, familiares, recuerdos, y dales el calor de una vela de vez en cuando, imprégnalo con su color.
No renuncies a los placeres materiales de la vida, los ha creado el ser humano para su disfrute, pero úsalos con mesura y conciencia. Todo en su medida es bueno para tí y si es bueno para tí, es bueno para quien te rodea. Pero recuerda, siempre, que lo material es artificial, que la verdad de la vida y tu felicidad la encontarás en los placeceres inmateriales.
Y recuerda siempre que estamos de paso, cumple tu misión, disfrútala, y sobre todo se consciente de tu paseo por la vida.
Para mí, ¡ahí está la magia que tenemos a nuestro alcance!, ahí rádica la belleza de nuestra exitencia.
No hablemos de conjuros, se lo dejaremos a quienes de ello sepan, hablemos de esa magia cotidiana. Una sonrisa a tiempo para hacer féliz a quien te rodea, una palabra adecuada para enternecer un corazón endurecido por haber sido maltratado. Una sonrisa interior que enternezca tus organos y te sanen. ¿Has probado alguna vez a sonreirte para adentro? Practicalo, convierte en un ser de luz que a tu alcance está. Las claves son sencillas:
Cuídate a ti y a tu entorno. No te limites a contemplar la belleza de la naturaleza, se consciente que formas parte de esa belleza, tú eres una parte de esta naturaleza. Cuando te pares a contemplarla dí para tus adentros: "Que bonitos somos los seres que formamos parte de este conjunto maravilloso".
Camina con tus pies desnudos de vez en cuando, despacio y sin hablar, lleva tu conciencia a los poros de tus pies y siente cada paso, cada poro, cada millonesima de particula que comparte la vida contigo.
Párate a pensar, cuando el cuerpo y la mente te digan que es el momento, alcanzarás mejor la meta de la vida.
Aunque tu cuerpo es un ropaje viejo del alma, cuídalo, te ha sido dado para este viaje, cuanto mas sano esté y mas agusto estés en él mas podrás centrarte en el viaje que te ha sido asignado.
Jamás renuncies al poder de la medicina convencional, no conviene subestimarla, pero tampoco caigas en la sobrestimación, alcanzar el equilibrio entre la voluntad divina, el autosanamiento y la curación tradicional te permitirá disfrutar mejor el camino que has venido a recorrer. Porque recuerda siempre que ese es el fin de tu existencia, recorrer un camino.
Se fiel a ti y a los demás, pero no temas cambiar de ideas si ha llegado el momento de evolucionar, aprender significa modificarse, significa seguir caminando.
Ahí afuera hay muchas personas que aman, que te aman. Seres encarnados y seres no encarnados que te quieren guiar, trátalos con ternura y cuidado pues su afan es acompañarte, ayudarte. Siéntete amada/o porque lo eres, y no temas serlo.
Busca tu rincón, tu espacio y adécualo a tus necesidades, ponle velas, rinde tributo a lo positivo y toca de pasada lo negativo si hace falta, pero sólo de pasada. Es la forma de mantener a cierta distancia a los seres oscuros que se alimentan de la negatividad. Adorna tu rincón con las imagenes que te evoquen, espirituales, familiares, recuerdos, y dales el calor de una vela de vez en cuando, imprégnalo con su color.
No renuncies a los placeres materiales de la vida, los ha creado el ser humano para su disfrute, pero úsalos con mesura y conciencia. Todo en su medida es bueno para tí y si es bueno para tí, es bueno para quien te rodea. Pero recuerda, siempre, que lo material es artificial, que la verdad de la vida y tu felicidad la encontarás en los placeceres inmateriales.
Y recuerda siempre que estamos de paso, cumple tu misión, disfrútala, y sobre todo se consciente de tu paseo por la vida.
Para mí, ¡ahí está la magia que tenemos a nuestro alcance!, ahí rádica la belleza de nuestra exitencia.
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