A propósito de príncipes y princesas, de lodos y charcos donde reflejarse. A propósito del carácter, de las noticias, de las comunidades de todo tipo, a propósito de hacía donde va esta sociedad, a propósito de mí, también de ti, del otro, del interior, del sentido de la vida, del sentido de seguir cada día levantándose y viendo las noticias, leyendo los diarios, hablando con los amigos, tomando cafés y emprendiendo proyectos de vida. A propósito de mis sueños:
Como Martin Luther King, yo también tuve un sueño. No trataba de blancos y negros, pero si de un mundo mejor. De un mundo en el que las personas se comunican desde el amor, y se presuponen amorosas, donde las cosas tienen un sentido y las personas merecen una dignididad. En mi sueño, como en el de Luther King, no había buenos y malos, todos eran buenos, y así se les presuponía. Todos pretendían entenderse y desde el amor se relacionaban. No había confusiones esteriles, y cada una se resolvía de inmediato, porque nadie creía el mal en el otro. En mi sueño no existía una sociedad enferma de sí misma e individualista, sino una sociedad colectiva y unida. Como Martin Luther King, anoche tuve un sueño, mi sueño también se hará realidad, algún día.
¿Y tu? ¿Has soñado hoy?
