Coches de lujo, bricks de leche, y otras malezas...

Desayunando en el bar mientras ojebaba el periódico:  Leo un sinfín de noticias sobre como convalece nuestra maltrecha economía, lo malito que nos va, cuanto cerca se aproxima un rescate que a la vista de lo ocurrido en Grecia no rescata sino estrangula.  Pero luego vienen al menos diez páginas sobre motor, allí observo diversos modelos de coches con sus respectivos precios: turismos, berlinas, sub, pick-ups, y no se cortan, también ponen coches de lujo.  No puedo evitar sentirme gilipollas o al menos sentir que me lo están llamando y por aquello de la procefía autocumplida quien sabe si acabaré siéndolo algún dia.  ¿Es que acaso soy el único que piensa que aquí no hay ninguna crisis? ¿Tan de locos es pensar que lo que ocurre es únicamente una simple y dolorosa redistribución del dinero que permita a unos comprarse tres o cuatro de esos coches, un par de aviones, algunos chalets y, por qué no, una isla en el caribe con expulsión de nativos incluida, mientras los que tenemos la sangre vulgar nos morimos de hambre?

Luego, el periódico avanza, vuelve a Bankia, a la prima de riesgo con la que los mortales comunes poco tenemos que ver, y como los gobiernos andan vertiendo dinero a palazo limpio a quienes ya han demostrado no saben manejarlo.

¿Cuando se darán cuenta que el capitalismo ha demostrado ya no funcionar?

Bienvenidos a la tercerda guerra mundial, la económica.  Bienvenidos a la nueva ocupación alemana!

Me gustan las personas tranquilas, porque con ellas, soy y puedo ser quien soy y quiero ser.

Me apasionan las personas tranquilas y quizás me desestabilizan las personas nerviosas.

Con ellas alcanzo un disfrute que va mas allá de todo lo demás.  Me gusta como se comunican, me atrae su forma de ser.  Pueden ser muy divertidas, pero son tranquilas.  No alzan la voz ni te exigen que tu lo hagas.  Te hacen a tí un ser tranquilo y sosegado, con ellas extraes lo mejor de ti, no producen comportamiento por impulsos, ahora es estable, sin sobresaltos, me siento seguro a su lado, y si lo deseo puedo hacer que se sientan seguras al mi lado.

Hombres y mujeres, adultos o no tanto, personas guapas y no tan guapas, altas y menos altas, de cabellos rubio y moreno, seres delgados y rellenitos, no importa.  Son tranquilas te dan paz.

Me hacen ser como yo realmente quiero ser.  Me hacen amar al ser humano.  Vivo cada instante que puedo a su lado, cada minuto es un minuto nuevo, repleto.  Me permite pensar lo que digo,  no pensarlo si así lo decido, pero siempre puedo sentirlo.  Puedo ser yo mismo.  El tiempo a su lado no pasa, pasan las horas y parece que acabamos de encontrarnos, la vida se detiene y no me importa.

En cambio, las personas nerviosas, llegan resolviendo rápidamente su energía, con prisas, instantaneidad.  Son también divertidas, pero a su vez volcánicas.  Me hacen reaccionar a su energía, copiarla.  Me llevan a un estado de activación mayor del que corresponde a mi ser,  fuera de mis deseos.  Me desastibilizan.  Dirán los psicologos que activan tal o cual parte del cerebro y provocan la segregación de tal o cual químico.  No sé bien porque, pero me desestabilizan.  ¿Porque entonces las copio y parezco yo hiperactivo?  ¿Porque me convierto en ese tipo de persona que tan lejos se encuentra de mi, cuando ando a su lado, o les he visto un rato largo?  Será que soy un ser camaleonico, con mucha personalidad pero mayor adaptabilidad. 

Quizás por eso, me gustan las personas tranquilas, porque con ellas, soy y puedo ser quien soy y quiero ser.

(Reflexione precumpleañeras)

Parar a coger fuerzas

Cuando de repente eres un extraño para ti mismo.  Cuando hace tiempo que no te paras a pensar.  Cuando sobre ti planea la eterna duda y no aciertas a comprenderla.  Cuando el hielo que has roto reclama volver a cizatrizar.  Tus estrellas vienen y van sin ritmo ni compás.  Mientras el cuerpo te siga dando la oportunidad.  Párate, piensa, reflexiona, pero sólo un poquito.  Alejate de lo que suele rodearte, sólo por un ratito.  No huyas ni te escondas, sólo buscate a tí y tu sitio.

Cuando descubres que nadas en automatismos que no te acaban de convencer.  Si al llegar a casa descubres que "ese no eras tú".  No hay razón para asustarse.  Tus valores siguen ahí, tan sólo necesitar romper la inercia para volver a ser tu el timonel de tu barco.

¿un descanso?

Cerca

Estuve cerca, lo acaricie con las yemas de mis dedos.  Acaricié los momentos y las sonrisas, disfrute de la implicación y de mi forma de comunicarme.  Me acerqué tanto, que por un segundo creía que lo había conseguido.  Me aproximé, sonreí como un niño, me puse dulce y tierno.  Olvide las tormentas y los diluvios, disfruté mi ser.  Estaba ya tan cerca, lo veía tan tan claro, que no pude resisitirme a evaporarlo en un soplo.

Todo se esfumó.  Volvi a no ser yo, retorné a ese producto de mí que nunca quise ser.  Me acerqué pero volví, una vez mas, al inicio de todo.

Seguí el camino, me elevé una vez mas, sin mas pretensión que disfrutar del proceso, conocerme, no prestando atención a mi meta.  Volví a sentirlo, esta vez ya era yo, ya me tenía, ya me tenían.  Todo brillaba de nuevo, la felicidad se asomaba por la puerta y me miraba tímida, yo respondí, ella se asustó, pero esta vez se quedó.  Tranquila, en su rincón, observaba mi caminar escrutinando cada uno de mis pasos obviando los traspiés y en silencio regalandome la paz que necesitaba.

Fuí feliz, creí en el amor, en la amistad, en la ternura y en la vida.  Creí en mi, me sentía tan lleno de vida, pletórico, resplandeciente, subí a lo mas alto, "yo ya no puedo caerme" pensé, volví a caer.

De nuevo, sin disistir, comprendí que debía volver a alzar el vuelo.  Observé de nuevo la cima, me equipé y volví a amprender la subida...  Con menos dudas que nunca, sabiendo que con mayor o menor paciencia y esfuerzo volvería a ver la vida, una vez mas desde todo lo alto.

(Madrid 2003 - Asturias 2011)

Yo solia amar...

Prometo no volver a enamorarme, prometo no dar a nadie nunca mas mi corazón que en trizas hemos dejado.  Juro que jamás volvere a dejarme a la suerte del azar y las caricias, que no me plantearé ni por un sólo segundo entregarme a los vientos que soplan caprichosamente.  Te aseguro que nunca mas volveré a decir "te amo", que nunca necesitaré tener al lado a una compañera que me ayude a ver el camino.

Prometo que mis tristezas no serán ya compartidas, tampoco mis alegrías.  Que al llegar al casa nada hecharé de menos, que nada necesitaré contar.  Prometo que odiaré el amor con toda la fuerza que la incoherencia me pueda otorgar.

Prometo no volver a enamorarme, prometo incumplir esta promesa tan pronto acabes de leer este linea.