Arde la ausencia y el temblar. Las palabras que no puedo decir. Arde el presente y el futuro. Las sonrisas regaladas y las miradas robadas. Arde todo aquello que me une y me separa. Arde en mi, me da calor, sombra y luz. Su humo, su aroma, su vida y su transformación.
Ternura y dureza, esencia. ¡Esencia!, de lo anhelado, lo tenido, lo que se tendrá. Lo olvidado y lo que jamás se olvidará.
Arde la espera, pero de aquella foma que su llama da calor y viveza y deslumbra.
Arde, porque yo quiero que arda.
Arde la espera, pero de aquella foma que su llama da calor y viveza y deslumbra.
Arde, porque yo quiero que arda.
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