Que cruel es la muerte que decidió llevarte, dura como el metal sin dejar opciones. Que dura se puso cuando le retaste, que cruel es cuando decidió llevarte. Llegó y puso el punto y final sobre tus patas delanteras, no caminarás. Utilizaste las traseras, una y otra vez intentaste burlarla. Con el cariño que nunca te falto, el que nunca te quedaste para tí, el que siempre repartiste ante quien se te acercaba, seguías día a día luchando contra ella, sin dejar jamás de querer. Que dura fué la muerte, que decidió llevarte.
No quiso dejarte vivir, no la convenciste. Se enfureció tanto con tu desafio, nuestro desafio, que sólo te permitió vivir muerta. Te dió dolor, incapacidad. Pero tú, siempre tú, seguías desafinadola y a tu manera, con tu expresión le decías “no me llevarás”. No te llevó, pero te pago con la crueldad que acostumbra, te dió color, lágrimas, te quito la vida sin quitarte sin quitartela del todo.
A ti, que nunca hiciste daño, que no se te conoce ataque ni defensa. A tí, toda bondad y todo amor, la mas buena, las mas tierna. A tí, que tanto nos enseñaste sin usar siquera las palabras. A ti, te hizo sufrir tanto, te pago con monedas que tu no conocías, que nunca utilizaste. Te dejó vivir la muerte en vida.
Allá donde estés, te conviertas en polvo o en espíritu, sé que estarás repartiendo como siempre tu infinito amor y tu infinita bondad.
Que cruel fue la muerte que nos convenció, que cruel fue que decidió llevarte, que malvada que nos hizo dejarte ir. Nos gano, si, una vez mas, la muerte.
Siempre te querré, no tendrás igual.
