Sentado en el sofá recordando escenas de mi vida, sin hecharlas de menos, sin añorarlas, tan sólo sonriendo porque recuerdo las emociones. Recuerdas tus errores, te pones cara a cara con el pasado y no ves grandes cambios en ti. Pero los hay. Algunos buenos, muy buenos, otros en cambio no te agradan. Pero están ahí, te recuerdan quien eres, quien has sido, y quien te gustaría ser. Y hoy me recuerdan que sigo perdido en un camino que no es el mio, pero no me dicen aún donde fué que me perdí, y que senda he de coger.
Pasan los años por delante de mis ojos como si el pasado fuese la única historia posible, me ayuda, me sirve para descubrir porque hago lo que hago y por que no hago lo que debería. Ninguna persona que me conoze actualmente sabe bien de lo que hablo. Algunos conocen mi historia pero no los detalles, ay los detalles, ellos son los verdaderos responsables de los diversos rumbos de mi vida. Ellos son los que me hacen vibrar, reir y llorar desesperado cuando nadie -ni yo mismo- me ve. Pero también son los que hacen reir, los que me dan la información que busco. Nadie los conoce, así que yo me enfrento a ellos en soledad.
Pasan los amores por delante de mis ojos, aquellas por las que sentí atracción, que quise, que conquisté o me conquistaron. Aquellas que un día me dijeron "hasta aquí" o que recibieron de mí parecida expresión.
Pero por muchas cosas que pasen, por muchos momentos, por muchas personas, sigo sin encontrar en que momento me separé de mi mismo. Estoy cansado, mucho, de vivir un juego salvaje de supervivencia y dolor. Pero he de seguir, he continuar y buscar aquella felicidad que algún dia encontre pero olvide agarrar con fuerza.
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