

A los pocos días ya tenía profesor de guitarra eléctrica, quien resulto ser -cosas de esta vida- un antiguo conocido de mi adolescencia. Reflexioné tras conocerle, cuan distintos caminos pueden andar quienes un día caminaron el mismo sendero. Pero sorpresas de la vida me llamarón de la Escuela Municipal de Música de Llanera, si, había plaza para mí, para mi guitarra clásica y mis clases de lenguaje músical.
Ahora se abre un nuevo mundo, distinto, inquietante pero positivo. Siento estar cada vez mas cerda de mi yo, de mi aquel de entonces, y alejarme de ese que durante estos dos años me han hecho ser.
Mentiría si dijese que soy feliz, y siendo sincero no merece la pena tanto ese sentimiento como para mentir y simularlo, pero lo que si sé, de lo que no dudo es que estoy camino de ello y que en estos días siento haber recuperado gran parte de mis energías y sé que estoy en el camino...
Bueno dejo de escribir, que debo repasar mis apuntes musicales, que pronto podré dedicarme una melodía, por el momento estoy afinando, esto marcha bien.
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