sábado, 13 de febrero de 2010

No es fácil amar cuando eso divide a quien amas...

No ponen nada interesante por la tele, me cansa la postura, y he comido mucho mas de lo que debería.  Por alguna extraña razón me levanto y me dirigo a la habitación donde me siento y reviso algunos blogs que tenía pendientes.  Uno de ellos el que mi pareja ha decidido hacer para expresarse.  El mensaje es en mi idioma y no en el suyo, puedo leerlo y hace tiempo que no lo hago.

Descubro al abrirlo que existen un mundo de emociones que se me estan escapando, que no sabía o que quizás temía saber, que ella ya había escrito en su pequeño rincón.  Todas las noches duermo con ella, la abrazo, le digo lo mucho que la quiero, pero se me escapan algunas emociones que debería haber sabido entender.  Todos los días me levanto y doy gracias a la vida por haberme hecho tan afortunado, por haber hecho que ella se haya fijado en mí y no en cualquier otro chico guapo, con vida estructurada y todos esos matices que yo siento carecer.

Pero falla algo, la leo y siento tristeza, siento que su amor por mí es real y profundo pero que ese mismo amor no la hace feliz, ese amor la trae aquí a mi lado, y eso la aleja de su identidad, de su yo, de su país, de su cultura, de su idioma.  Quisiera ser de su país, hablar su idioma, vivir en su país.  Quisiera darle todo lo que busca.  Quisiera que si la ofrezco volar lejos de mi lo pudiese hacer.  Pero es el punto de no retorno... Yo la quiero, ella me quiere.  Yo no puedo vivir sin ella, aunque lo haría si fuese necesario, pero ella... ella no puede vivir sin mí.

De algún modo me siento culpable...  Si, culpable por haberla enamorado, por haberla tratado tan bien y hacer que exista este amor.  Siento que si no me conociese su vida hubiese sido totalmente distinta.  Me aventuro a decir que no puede reir y llenarse tanto como lo hace conmigo.  Pero hoy, leyéndola, creo que tendría lo mas importante, su identidad, su pertenencia.

Y quizás todo esto se pueda arreglar si emigro a su país.  Lo he intentado pero no podía, sin estudios, sin hablar su idioma y con las condiciones laborales de su país.  Ahora pienso, que si pudiese encontrar algo en su país, me iría mañana mismo, sin maletas, sin nada mas en mi bolsa que el amor que nos une, ese amor tan bonito y el cual hace que no exista nada por encima de su felicidad, que no hay nada mejor que esa forma que tiene de mirarme cada noche, cuando me besa y me dice "te quiero".

Tenía que compartir esto conmigo mismo, y así lo consigo.  Pero si tu lo has leído, ya sabes lo que siento.

1 comentario:

Moni dijo...

pufff, Iván, qué bonito, voy a coger un klinex